En México se registraron durante el año pasado 75 mil amputaciones en todo el sector salud por presentar pie diabético, padecimiento que puede ser causado por “el corte de un pequeño pellejito, conocido como padrastro, o lesiones más severas como enterrarse un clavo al caminar, lo que deriva en gangrena y necrosis en los tejidos circulatorios”, informó Onésimo Zaldívar Reyna, jefe del Servicio de Angiología del Hospital Juárez de México.
“Un diabético sufre, por lo regular, de este tipo de trastornos tróficos de la piel, en la arquitectura osteo-articular y vascular de las piernas. Su circulación sanguínea es deficiente, por eso cuando no se atienden de inmediato por una simple cortada de uña, una mínima lesión les provoca infecciones constantes y ulceraciones, hasta propiciar que no haya médicamente nada qué hacer, sino amputar”, abundó el especialista.
“Muchas veces presentan pie diabético con neuropatía, es decir, no sienten ningún tipo de dolor ni molestia, y por ello tardan tanto en llegar al médico. Hemos detectado cantidad de casos de personas que se quemaron o que al caminar se les incrustó un clavo y jamás lo sintieron”, ejemplificó.
“De 2012 a 2013 las amputaciones se elevaron en más de 20 por ciento”, precisó. En el Hospital Juárez cada semana ingresan de emergencia 15 pacientes debido a complicaciones en sus extremidades y más de 50 por ciento requiere quitar toda la pierna.
En términos generales, 69 por ciento de las personas que sufren diabetes ingresan a hospitalización de emergencia debido a complicaciones, sobre todo en las extremidades inferiores. Por ello los expertos recomiendan revisarse constantemente los pies, buscar lesiones, ampollas u hongos en los dedos, porque puede derivar en “una catástrofe”.
Para el sector salud un paciente de este tipo representa un gasto importante, “hablamos de millones de pesos en una persona, entre curaciones, hospitalizaciones, cirugía, medicamentos y la pérdida del trabajo”, abundó Zaldívar.
FUENTE: Milenio.com